¡BUEN DÍA QUERIDAS FAMILIAS!
ACTIVIDAD 1: PROYECTO DE LECTURA
Un cuento para niños sobre la
frustración al no lograr lo que queremos
Cuando Leo se
cayó de la bicicleta por sexta vez se levantó muy enfadado.
- ¡Ya no lo vuelvo a intentar! - le gritó a su madre que miraba
por la ventana, y fue a guardar la bicicleta en el garaje.
- ¿Por qué no dejas que te ayude? ¿Ponemos los ruedines? ¡Apenas lo has
intentado!
Pero Leo se negó en redondo. Él no era un niño pequeño, dijo,
cruzando los brazos sobre su pecho.
Su madre lo miró sin decir nada; prefirió que estuviera más tranquilo para hablar con el
niño.
Al día siguiente, cuando Leo llegó del colegio, aprovechó para
hablar con él.
- ¿Sabes cuántas veces intenté hacer estas croquetas que tanto
te gustan? - le dijo mientras cocinaba y daba vueltas a la masa dándoles forma.
Leo se acercó y, después de lavarse las manos, empezó
a ayudar a su madre a hacerlas, mientras la escuchaba.
- Al
principio me salían sosas y deformes; mi madre me enseñó a
hacerlas. ¡Con lo bien que te salen a ti! - le dijo, viendo que su hijo las
moldeaba con gran facilidad.- Las personas tenemos habilidades para diferentes
cosas, pero si tiras la toalla tan pronto y no
dejas que te ayuden, nunca lo lograrás.
- Si quieres aprender a montar en bicicleta tendrás que
intentarlo de nuevo - le dijo mirándolo de reojo.-Nadie sabe hacerlo cuando
nace.
Cuando terminaron de rebozar las croquetas salieron al garaje y
sacaron entre los dos la bicicleta al jardín.
- ¡Monta! - le dijo su madre.
Leo subió a la bicicleta y empezó a pedalear, pero al momento se tambaleó y
su madre lo tuvo que agarrar para que no cayera al suelo.
- ¡Vamos!, yo te sujetaré por el sillín - le dijo su madre.
Cuando Leo empezó a pedalear se sintió más seguro; esta vez se mantuvo unos cuantos metros
derecho.
- ¡Otra vez, Leo! ¡Lo estás haciendo muy bien! - le dijo su madre
sonriendo.
Leo volvió a montar en su bicicleta, ahora con un poco más de
seguridad.
Su madre agarró el sillín, como la vez anterior, hasta que Leo
cogió estabilidad, después lo soltó sin que el niño se enterara
permaneciendo a su lado.
- ¡Qué bien Leo! ¡Ya
casi lo tienes! - gritó su madre.
Y el pequeño siguió pedaleando, una y otra vez.
Cuando Leo vio entrar a su padre por la puerta del jardín perdió
el equilibrio y se tumbó hacia un lado, pero esta vez supo apoyarse en el pie y no cayó al
suelo.
- ¡Campeón! Te he visto desde fuera. ¡Ya sabes montar en bicicleta!
- le gritó contento su padre.
Esta vez fue Leo el que se montó sin que nadie le dijera nada y
empezó a pedalear.
- ¡Mirad, mirad! - gritó a sus padres, entusiasmado.
Y después de estar un ratito montando en bicicleta, Leo y sus
padres entraron a cenar unas ricas croquetas.
Marisa Alonso Santamaría Poetisa
Ejercicios de comprensión lectora para tus hijos sobre el cuento
A continuación te proponemos algunos ejercicios que te ayudarán
a evaluar el nivel de compresión lectora de tu hijo o hija.
Las siguientes actividades están pensadas para niños de distintas edades, por
lo que tendrás que adaptarlas al nivel y conocimientos de tu pequeño. ¡Vamos
allá!
- Preguntas
de comprensión lectora
Empezamos proponiéndote algunas preguntas relacionada con la historia que acabáis de leer. Si tu hijo o hija duda en alguna de
las respuestas, podéis volver a leer el texto.
- ¿Sabía
Leo al principio de la historia montar la bicicleta él solo?
- ¿Por qué
no quería utilizar ruedas pequeñas?
- ¿Qué le
contó la madre a Leo sobre las croquetas?
- ¿Cómo
consiguió Leo aprender a conducir una bicicleta?
- Cuestiones
para reflexionar sobre este cuento corto
Además de testar las habilidades lectoras de tu hijo o hija, este cuento le
ayudará a comprender qué es eso de la frustración. Para ello, te proponemos charlar con él
sobre el cuento que han leído. Las preguntas que a continuación te
proponemos te podrían ayudar a dirigir esta conversación.
- ¿Cómo crees que se sentía Leo cuando no sabía montar en bicicleta?
- ¿Qué
significa sentirse frustrado?
- ¿Recuerdas
alguna vez en la que te hayas sentido así?
- ¿Qué
crees que le ayudó a Leo a dejar de sentirse frustrado por no poder montar en
bicicleta?
- ¿Es
importante que nos ayudemos los unos a los otros, igual que la madre de
Leo le ayudó a no caerse de la bicicleta?
- Ilustrar
el cuento
Hacer un dibujo sobre la historia que cuenta este relato también es una
forma de poner a prueba la atención que ha prestado tu hijo o hija a la lectura.
Y es que, si tiene que dibujar un episodio en concreto que ocurre en la
historia, debe haber leído con atención el cuento.
- Inventar
una historia similar
Para seguir trabajando la emoción de la frustración, puedes animar a tu hijo o hija a que
escriba una historia (o que la exprese oralmente, al menos) en la que el protagonista
también se sienta frustrado. Este ayudará a los niños a comprender mejor esta
emoción, pero también te dará pistas a ti de qué entienden por frustración.